El Festival de HANAMI (花見)
Todos los años, al inicio de la primavera, ocurre uno de los eventos más
esperados del Japón:
El florecimiento de los Cerezos.
Los Cerezos,
Sakura en
japonés, pasan la mayor parte del año como árboles simples, sin más colores que
el verde de sus hojas. Ademas durante el invierno, pierden sus todas sus hojas y
quedan solo sus ramas. Pero justo cuando uno piensa que este árbol, tan sencillo
y sin otro interes que justifique su presencia casi universal en todos los
parques del Japón, llega la primavera y nos trae la respuesta.
En el transcurso de una semana las primeras flores comienzan a aparecer y
antes de que te des cuenta, adonde uno vaya, están estos hermosos árboles
cubiertos enteramente de flores. Bajo la luz del sol, el delicado rosado de
las innumerables flores en cada árbol, reflejan no solo una serenidad
intoxicante, sino que reflejan la esperanza de una nueva primavera. Después de
aguantar el frío y la desolación del invierno, la fuerza de vida que se
escondía en el árbol, sale a contagiar a todos los que lo rodean.
Aprovechando el poco tiempo que trae este regalo, los japoneses rápidamente
crean su festival de
Hanami.
Hana, flor en japonés y –
mi, del verbo ver, resume el propósito simple. A la sombra de los
Sakura,
reunidos con las amistades y la familia, y compartiendo la comida que todos
aportan,
los japoneses celebran la vida. De
hecho, en la sociedad japonesa los
Sakura
representan lo efímero de la vida humana
ya que las flores desaparecen completamente en solo una o dos semanas.
Por la posición geográfica de Japón, el sur del país recibe los primeros
días de primavera antes que las regiones más al Norte. Esta situación resulta
en una “ola” de florecimiento, que inicia en el sur y al pasar los días,
gradualmente los árboles de todo el país comienzan su renacimiento. Se dice
que uno puede seguir este “
frente de florecimiento” iniciando un recorrido del país desde el Sur y así engañar a la naturaleza
para disfrutar de este espectáculo por más tiempo, pero talvez esto de alguna
forma va en contra de la filosofía que hay detrás del festival de la vida
efimera, por lo que no es tan común que la gente haga eso..
La antigüedad del
Hanami se ha
visto expresado en el arte japonés. En
Kojiki,del
año 712, una de las primeras obras de literatura épica del Japón, ya se
mencionaba esta costumbre. En la poesía de la era
Heian
(794-1185), se describe los
Sakura como
un símbolo de la delicadeza de la naturaleza y del ser humano.
En la era
Edo
(1550-1850), el escolar
Motoori Norinaga
(1730-1801) establece no una de las filosofías centrales, sino la central,
de la literatura japonesa resumida en la frase “mono no aware”.
Literalmente se traduce como “la lástima de las cosas” o “la compasión hacia las cosas”,
pero su significado va mucho más allá. Para los japoneses, “mono no aware” significa que todo tiene un ciclo, que en el mundo desde los animales y
los árboles, hasta las montañas y los ríos, tienen un principio y un final y
que la destrucción de algo, a final de cuentas, es parte de un ciclo
inevitable. “Siempre hay belleza en algo que llega a su fin”, hay belleza en la tragedia; “mono no aware” nos enseña a ser sensibles a la belleza que hay en todo y a valorar el
tiempo. El florecer de los
Sakura y
lo efimero de su belleza, es el origen de este pensamiento.
El mejor momento para ver los
Sakura
depende principalmente de la posición geográfica. Las regiones al sur del
país, como las islas de
Okinawa,
pueden comenzar a florecer desde
Enero y las regiones al norte, como
Hokkaido,
pueden ver las flores hasta el mes de
Mayo. Pero, la mayoría del país,
incluyendo ciudades como
Tokyo y
Kyoto,
generalmente ven el
Hanami a
finales de
Marzo y principios de
Abril. Pero tal es la fragilidad de
los
Sakura que
un temporal o fuertes vientos pueden reducir el período del magnifico
acontecimiento natural.
En todo el país existen muchos sitios populares para disfrutar del
Hanami,
pero tal es la belleza de los árboles que el parque más sencillo es
suficiente. Aun así, la combinación de los
Sakura al
lado de un imponente castillo japonés es una vista inolvidable que vale la
pena disfrutar por lo menos una vez en la vida. La fama de los
Sakura ha
traspasado las fronteras de
Japón,
tanto que ciudades como
Washington D.C. han sembrado estos
árboles y todas las primaveras celebran los lazos de amistad y admiración
por la cultura japonesa.
Japón, sin duda, es un país con
una cultura muy rica. Por su historia y el tamaño de su población, la
variedad de festivales y tradiciones es casi innumerable. Pero de todas las
ocasiones para celebrar, el
Hanami es
tal vez de las más hermosas.
No solo por el espectáculo de la naturaleza y sus deseos de vivir, sino que también por lo que nos enseña acerca de nuestras propias vidas,
que aqui podriamos decir "
carpe diem" de un poema en latín de Horacio, que viene a decir "
disfruta de la vida, disfruta del amor" literalmente "disfruta el dia", que la vida es corta, pero bella de
vivir.